viernes, 5 de agosto de 2011

Te quiero.

Esas dos palabras que la gente usa sin más, sin pensar en el peso de su significado.
Las estamos infravalorando y robándo toda su magia.

Me pongo a pensar en los te quieros olvidados, en las promesas de estar siempre ahí perdidas, en los deseos desaparecidos y me pregunto, por qué y no encuentro la respuesta.
Será el miedo, la incertudumbre, la maduración o el simple paso del tiempo y su degradación.

Cuando lo sientas, eso que no piensas solo está ahí, eso fuerte, eso que todo el mundo teme.
Aunque todo el mundo te contradiga, aunque parezca imposible, SIGUELO, no lo dejes volar.

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