domingo, 10 de julio de 2011

Deja de huir

No correr ni dejar volar, pero dar con una solución demasiado fácil de llevar. Llevadera pero, a qué precio? Cuánto hay que esconder? O negar..
Algo simple, algo claro, que con tontos detalles se va enturbiando y volvemos al principio.
Podía no pensar y dejar pasar el día tan normal, pero llega esa lluvia de verano que al irse deja rastro y ya no es tan sencillo. Y me importa, me preocupa que la ropa se seque y me llena de rabia e impotencia porque pasará por mucho que lo intente.
Pero creo en lo invisible y diferente y en el espíritu libre por la fuerza de la naturaleza.
Una lágrima lo es todo o no es nada pero no tiene sentido porque se
la lluvia volverá a mojar.
Y como moja sigue y sigue pero alguna queda estancada y huele mal, como eso que se guarda y se deja pasar.
Le grito a las nubes cosas que me importan, cosas serias, cosas que importan, pero como niñas juguetonas se van haciendo como que les da igual. Y luego cuando no quieren, en ese preciso momento vuelven y les hacen abrir los ojos y entonces caen, caen las lluvias torrenciales, eso sí, no sobre las mismas personas.

Deja de huir niño, lluvia, nube.

No hay comentarios:

Publicar un comentario