domingo, 10 de julio de 2011

Título.

Ya está. Extraviada.
He sido una zorra en sus momentos, una niñata en otros, demasiado dura, demasiado aparente. Me he dejado llevar, he sentido hasta límites vergonzosos, he sido realmente feliz. He hecho daño a quien más quería, he sido egoista y he mentido. He sufrido hasta el punto de no querer creerlo y he creido superarlo. He querido llamar la atención haciendo gilipolleces. Me he aprovechado y me he arrepentido y me he dado asco, verdadero y asqueroso asco. Me he aislado y he querido simplemente dormir. Lo he cortado todo.
Luego me he dado cuenta de todo eso, cuando me encontré sola y todo a mi parecer me daba la espalda y he decido cambiar.
Decidí ir siempre con la verdad por delante aunque doliese, he decidido darle la importancia que se merece a cada cosa, he decidido valorarme, seguir pero no dejar entrar. Me he bloqueado, me he vuelto insensible a todo, incluso el ser mejor persona me ha llevado a hacer daño y romper. Me ha llevado al centro de un puente y contemplar mis posibilidades y ha darme cuenta de que nada cambiaría. Me ha llevado a humillarme, a perder mis principios y mi dignidad.
Pero aún así, ¿por qué no soy capaz de hacer lo mejor? Porque duele.
¿Por qué no soy capaz de jugar el as? Por si me pillan.

Si las opciones te llevan a las mismas consecuencias con distintos escenarios, ¿con cuál te quedas?

Deja de huir

No correr ni dejar volar, pero dar con una solución demasiado fácil de llevar. Llevadera pero, a qué precio? Cuánto hay que esconder? O negar..
Algo simple, algo claro, que con tontos detalles se va enturbiando y volvemos al principio.
Podía no pensar y dejar pasar el día tan normal, pero llega esa lluvia de verano que al irse deja rastro y ya no es tan sencillo. Y me importa, me preocupa que la ropa se seque y me llena de rabia e impotencia porque pasará por mucho que lo intente.
Pero creo en lo invisible y diferente y en el espíritu libre por la fuerza de la naturaleza.
Una lágrima lo es todo o no es nada pero no tiene sentido porque se
la lluvia volverá a mojar.
Y como moja sigue y sigue pero alguna queda estancada y huele mal, como eso que se guarda y se deja pasar.
Le grito a las nubes cosas que me importan, cosas serias, cosas que importan, pero como niñas juguetonas se van haciendo como que les da igual. Y luego cuando no quieren, en ese preciso momento vuelven y les hacen abrir los ojos y entonces caen, caen las lluvias torrenciales, eso sí, no sobre las mismas personas.

Deja de huir niño, lluvia, nube.